El CEO de VW nombró una de las razones importantes para la crisis de la industria automotriz alemana, pero a pesar de las dificultades, todavía goza de «reconocimiento mundial incondicional»
El CEO de Volkswagen, Oliver Blume, señaló que, a pesar de las dificultades actuales, la industria automotriz alemana sigue gozando de «reconocimiento incondicional» en todo el mundo.
En una entrevista con el Süddeutsche Zeitung, Blume admitió que la compañía está tecnológicamente rezagada, especialmente en áreas clave como software y motores eléctricos. Según él, la industria automotriz alemana «ha permanecido demasiado tiempo en su zona de confort» y no respondió a tiempo a los cambios que están transformando rápidamente el mercado automotriz global.
«Hemos descansado sobre nuestros laureles durante demasiado tiempo. Nuestro modelo comercial durante décadas consistió en desarrollar y producir aquí para todo el mundo. Comprendimos demasiado tarde que el mundo está cambiando extremadamente rápido y de forma dinámica», dijo Blume.
Agregó que Volkswagen no logró adaptarse a las nuevas expectativas de los clientes, y esto ha llevado a un retraso significativo respecto a los competidores, especialmente en «tecnología digital» y tecnologías eléctricas.
No obstante, según Blume, la confianza en la industria automotriz alemana persiste, y todavía se percibe en el mundo como un referente de calidad.
Actualmente, el grupo está experimentando una crisis: ya se han cerrado dos plantas en Alemania, y hay informes de que la empresa china Chery podría estar interesada en comprarlas.
En diciembre de 2024, Volkswagen anunció una reducción en los volúmenes de producción de casi 734,000 vehículos, alrededor de una cuarta parte de su capacidad en Alemania.
Además, la compañía declaró su intención de recortar 35,000 empleos en el país, una medida que la administración considera necesaria en las condiciones actuales.