Estos motores es mejor evitarlos: lista de los motores de gasolina menos fiables.
Pequeños motores bajo el capó: cuando el ahorro se convierte en problemas.
Los fabricantes promueven activamente los motores de gasolina de pequeña cilindrada como el punto medio ideal entre potencia y economía. Sin embargo, en la práctica, algunos de estos motores han convertido la operación de automóviles en una búsqueda infinita hacia los servicios mecánicos. El esfuerzo por cumplir con los estándares ecológicos ha jugado una mala pasada: la reducción de la cilindrada se compensó con turbinas, y ajustes finos en los sistemas de combustible se convirtieron en el talón de Aquiles de muchos modelos. Hemos estudiado las opiniones de mecánicos y propietarios — aquí están los cuatro motores que más a menudo presentan "relaciones al borde del divorcio".
El Honda 1.0 VTEC (P10A2), utilizado en el Honda Civic de décima generación, inicialmente parecía prometedor, pero con el tiempo se reveló un defecto crítico. El problema estaba en un defecto de la polea de distribución, lo que provocaba que la correa comenzara a desintegrarse y sus restos cayeran en el motor. Esto causaba sobrecalentamiento y fallo del segundo cilindro. Aunque Honda intentó corregir la situación, los problemas no desaparecieron por completo y el motor se descontinuó en la siguiente generación del Civic.
El 1.2 PureTech (EB) de PSA/Stellantis se utilizó en Peugeot, Citroën y Opel, pero resultó ser extremadamente poco fiable. El principal defecto — una correa de distribución trabajando en un baño de aceite. Con el tiempo, el combustible penetraba en el aceite, diluyéndolo, lo que aceleraba el desgaste de la correa. Las partes desprendidas obstruían las líneas de aceite y provocaban la avería de la bomba de aceite. Muchos motores fallaban después de solo 40,000 km, a pesar de que las recomendaciones oficiales indicaban cambiar la correa a los 160,000 km. No fue hasta 2023 cuando Stellantis introdujo una nueva versión con cadena de distribución, pero los problemas en las versiones antiguas siguen sin resolver.
El Ford 1.0 EcoBoost se popularizó por su potencia y eficiencia, pero las primeras versiones (2012-2018) presentaron graves defectos. El principal problema fue la débil culata, propensa a agrietarse, lo que causaba fuga de refrigerante y sobrecalentamiento. La bomba de combustible, accionada por el árbol de levas, también resultó poco fiable — debido al desgaste del lóbulo, la presión disminuía, empeorando el funcionamiento del motor. En 2018, Ford modernizó el motor, pero miles de propietarios enfrentaron costosas reparaciones.
El Renault 1.2 TCe (H5Ht), desarrollado conjuntamente con Daimler, no fue menos problemático. Uno de los principales defectos fue el alto consumo de aceite — hasta 1 litro cada 1000 km. El problema se agravaba con el funcionamiento ineficiente de la bomba de aceite, lo que provocaba el sobrecalentamiento del motor. Además, los tensores de la cadena de distribución defectuosos podían aflojarse, causando graves daños. Renault intentó resolver estos problemas, pero el motor se mantuvo poco fiable.
Si estás considerando un automóvil usado con uno de estos motores, vale la pena examinar minuciosamente su historial de mantenimiento, prestar atención a la verificación del nivel de aceite y el funcionamiento de la distribución. De lo contrario, podrías enfrentarte a gastos serios de reparación.