En un espacio limitado, este olor se percibe más intensamente que en el exterior y puede indicar problemas con el automóvil.
Incluso un conductor experimentado se alarmará si en el habitáculo aparece de repente olor a quemado. En un espacio cerrado, se percibe con más intensidad que afuera y a menudo indica fallos. Analizamos por qué ocurre esto y cuándo es momento de preocuparse.
El olor a quemado se relaciona más comúnmente con el sistema de frenos. En una frenada brusca, las pastillas se calientan, lo que puede causar un olor temporal. Pero si surge durante una conducción normal, es una señal de alarma. Es posible que una de las pastillas se haya atascado y esté en contacto constante con el disco, causando sobrecalentamiento. En tal caso, las piezas se desgastan más rápido y será necesaria una sustitución.
Un olor dulzón en el interior es un signo de problemas en el sistema de refrigeración. Probablemente, se ha roto la hermeticidad de las mangueras o del radiador de la calefacción. Los vapores de anticongelante son peligrosos para la salud y la fuga en sí amenaza con sobrecalentar el motor. Si el problema no se resuelve a tiempo, las consecuencias pueden ser graves, llegando hasta una reparación completa.
El olor a aceite quemado a menudo aparece cuando el aceite cae sobre el colector de escape u otros elementos calientes. No se quema por completo, sino que se evapora con humo acre. Si hay manchas de aceite regularmente visibles debajo del coche, es necesario revisar el motor. Ignorar una fuga puede llevar a la escasez de aceite y dañar el motor.
Un mal funcionamiento del sistema de calefacción es otra posible causa. Un filtro del habitáculo obstruido, un ventilador roto o una obstrucción en los conductos de aire pueden perturbar la circulación del aire y causar un olor desagradable. El cambio regular de filtros y la revisión del sistema ayudarán a evitar esas situaciones.
La situación más peligrosa es el olor a quemado debido a problemas eléctricos. A menudo va acompañado de humo o incluso chispas bajo el capó. En ese caso, es necesario detenerse de inmediato, apagar el motor y alejarse del coche. Las acciones siguientes son llamar a los bomberos o a la grúa.