Parece un coche como cualquier otro. Solo que su motor, así como algunas otras partes, componentes de la carrocería y conjuntos están cubiertos con una capa indecente de oro de 23 quilates.
Si hubiera un ranking de los automóviles más extravagantes del planeta, el BMW Goldie Horn seguramente no ocuparía el último lugar. No es solo un automóvil con un brillo lujoso — es un verdadero objeto de arte sobre ruedas, aparentemente creado para encarnar el gusto y estilo de las personas más ricas de Oriente Medio.
La pasión de los jeques árabes por el oro no es una novedad. En términos de consumo per cápita de este metal precioso, los países del Golfo Pérsico ocupan continuamente los primeros lugares a nivel mundial. Y cuando el amor por el oro se combina con el fanatismo automovilístico, nacen proyectos como Goldie Horn.
Quizás por primera vez el público vio esta maravilla dorada en el Salón del Automóvil de Australia en el Gold Coast Convention and Exhibition Centre, Queensland. Y aunque la plataforma del coche es de un BMW clásico (posiblemente E30 o E36, la base exacta todavía es objeto de debate), es imposible detenerse a mirar: el oro de 23 quilates literalmente se vierte no solo en los elementos exteriores, sino también debajo del capó. Sí, incluso las partes individuales del motor y la suspensión están chapadas en oro.
Los propietarios del coche son los hermanos Mohamed y Bakr Ibrahim, originarios de la Península Arábiga, que ahora residen en Australia. Según ellos, en ese momento, la construcción del coche les costó alrededor de un millón de dólares estadounidenses. Dado el costo del oro y los componentes personalizados, la suma es bastante plausible.
Sin embargo, Goldie Horn no es solo estética, sino también poder. En el interior, no hay un motor BMW estándar, sino un motor rotativo Mazda instalado especialmente, potenciado hasta 2000 caballos de fuerza. Se afirma que la velocidad máxima del automóvil es de alrededor de 315 km/h, y acelera hasta ella en aproximadamente 7.2 segundos. Suena controvertido, diría yo: este motor no va a ninguna parte, porque con tal potencia, la mayoría de los hiperdeportivos aceleran a “cien” en 2–3 segundos. Supongo que estamos hablando probablemente de la dinámica de aceleración de cero al máximo — o estas cifras son más demostrativas que ingenieramente precisas.
Por cierto, el nombre Goldie Horn es una referencia no solo al color del automóvil, sino también a la famosa actriz Goldie Hawn. Es posible que también haya un elemento de ironía aquí — si un automóvil va a ser nombrado, entonces que el nombre suene tan brillante como su apariencia.
Lo más probable es que este BMW nunca esté a la venta. Es un coche de colección — un objeto creado en la intersección de la ingeniería, el arte de la joyería y la cultura pop. Verlo en persona — es una fortuna rara.